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Politics affect many aspects of Family Child Care Providers’ lives, including the reimbursement rates that determine our income, the decisions about how the child care program is run, and the rules and regulations that affect our daycares and working lives. Without a voice in these decisions, we are powerless to shape our profession.
That’s why, throughout the month of July, Family Child Care Providers met with many of our elected officials in their home district offices to talk about the challenges we face and our solutions for California’s broken child care system. From the Central Valley up the Central Coast and into Silicon Valley, we met with nearly a dozen lawmakers so that they could hear firsthand about the issues we face every day.
Many of our elected officials don’t understand the crucial work we do caring for and educating our children, or that we are not covered by basic labor laws such as the minimum wage. Because we do not have the legal right to collectively bargain:
- Nearly half of all child care workers in California rely on some form of public assistance to make ends meet.
- Many child care providers must work two or three jobs and still scrape by to pay the rent.
- Turnover in the profession will continue to remain stubbornly high. This hurts child care providers’ ability to raise their own families and support the working moms and kids who are counting on them.
California’s child care system is broken, underfunded, and inaccessible. This makes it difficult for hard-working parents to access quality, affordable care and leaves many providers struggling in poverty-wage jobs. More than 1 million eligible children are left without the affordable access to early education they are entitled to, and the care that is available to them is far too expensive.
If we are going to fix these and the many other problems facing our child care system, Family Child Care Providers must win the right to collectively bargain a union contract with the state of California. That’s why it’s so important that our voice is heard by our elected officials.
It’s time to make California’s child care system work for everyone. By asking your friends, family members, and neighbors to sign our petition, you can help us achieve our goal.
La política afecta muchos aspectos de las vidas de las proveedoras de cuidado infantil familiar, incluidos los índices de reembolso que determinan nuestros ingresos, las decisiones sobre cómo se administra el programa de cuidado infantil y las normas y reglamentos que afectan nuestras guarderías y nuestras vidas laborales. Sin una voz en estas decisiones, somos incapaces de dar forma a nuestra profesión.
Es por eso que, a lo largo del mes de julio, las Proveedoras de Cuidado Infantil Familiar se reunieron con muchos de nuestros funcionarios electos en las oficinas de su distrito de origen para hablar sobre los desafíos que enfrentamos y nuestras soluciones para el sistema de cuidado infantil roto de California. Desde el Valle Central hasta la Costa Central y hasta Silicon Valley, nos reunimos con casi una docena de legisladores para que pudieran escuchar de primera mano los problemas que enfrentamos todos los días.
Muchos de nuestros funcionarios electos no entienden el trabajo crucial que hacemos cuidando y educando a nuestros hijos, o que no estamos cubiertos por las leyes laborales básicas, como el salario mínimo. Porque no tenemos el derecho legal de negociar colectivamente:
- Casi la mitad de todos los trabajadores de cuidado infantil en California dependen de algún tipo de asistencia pública para llegar a fin de mes.
- Muchos proveedores de cuidado infantil deben trabajar dos o tres trabajos y seguir trabajando para pagar el alquiler.
- El volumen de negocios en la profesión continuará siendo obstinadamente alto. Esto perjudica la capacidad de los proveedores de cuidado infantil de criar a sus propias familias y apoyar a las madres que trabajan y a los niños que cuentan con ellos.
El sistema de cuidado infantil de California está roto, no tiene fondos suficientes y es inaccesible. Esto hace que sea difícil para los padres que trabajan duro tener acceso a una atención médica de calidad y asequible, y que muchos proveedoras luchen en trabajos con salarios de pobreza. Más de 1 millón de niños elegibles se quedan sin el acceso asequible a la educación temprana a la que tienen derecho, y la atención disponible para ellos es demasiado costosa.
Si vamos a solucionar estos y muchos otros problemas que enfrenta nuestro sistema de cuidado infantil, las Proveedoras de Cuidado Infantil Familiar deben ganar el derecho de negociar colectivamente un contrato sindical con el estado de California. Es por eso que es tan importante que nuestra voz sea escuchada por nuestros funcionarios electos.
Es hora de hacer que el sistema de Cuidado Infantil de California funcione para todos. Al pedirle a sus amigos, familiares y vecinos que firmen nuestra petición, puede ayudarnos a lograr nuestro objetivo.
